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Diversidad socioeconómica en el entorno laboral: ¿Por qué y cómo pueden las empresas contribuir a la equidad e inclusión?

En los últimos años, las empresas latinoamericanas han hecho avances significativos en términos de inclusión, particularmente hacia grupos históricamente subrepresentados como mujeres, personas LGBTQ+ o personas con discapacidad. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, un aspecto que no es abordado con frecuencia es la “diversidad socioeconómica.” 


El artículo de McKinsey & Company , "Diversidad Socioeconómica en el Entorno Laboral: Por qué y Cómo Pueden las Empresas Contribuir a la Equidad e Inclusión", destaca que, aunque el 80% de las empresas latinoamericanas cuentan con programas dirigidos a mujeres y la mitad han lanzado iniciativas enfocadas en la comunidad LGBTQ+, solo una tercera parte de las compañías encuestadas han implementado acciones concretas para promover la inclusión de colaboradores con condiciones socioeconómicas menos favorables. Este vacío resalta la necesidad urgente de integrar la diversidad socioeconómica en las estrategias de inclusión, para asegurar que todas las voces y experiencias sean valoradas en el entorno laboral. 

Es por ello que les comparto algunos de los aprendizajes que me llevé y que estoy segura que les ayudarán en sus organizaciones: 


  • La cultura del lugar de trabajo, aunque sutil, juega un papel importante en la aceptación y conexión de los colaboradores. Es fundamental crear un entorno inclusivo que tenga en cuenta a aquellos con condiciones socioeconómicas menos favorables. Por ejemplo, al organizar eventos de integración, algunos participantes pueden necesitar asistencia con el transporte, y un código de vestimenta específico podría ser una barrera para que todos se sientan cómodos en eventos especiales o en la vida diaria de la oficina. 


  • El inglés se ha vuelto clave en el mundo corporativo, pero no todos tienen las mismas oportunidades para aprenderlo. Algunas empresas están cambiando esto ofreciendo cursos de inglés después de la contratación en lugar de exigirlo desde el inicio. Este enfoque ha sido efectivo, permitiendo a muchos nuevos colaboradores hacer presentaciones en inglés en solo seis meses. 


  • Integrarse y conectar con colegas puede ser un desafío para quienes provienen de entornos socioeconómicos menos favorecidos, pues frecuentemente no pueden compartir intereses y experiencias comunes con sus compañeros. Un colaborador comentó: “Sentía que no tenía con quién hablar sobre lo que me gusta y no podía ser yo mismo allí.” Para facilitar la integración, las empresas pueden emparejar a nuevos colaboradores con colegas y mentores que les ayuden a adaptarse. 


  • La capacitación interna suele enfocarse en niveles gerenciales, donde hay menos diversidad socioeconómica. Esto crea una brecha significativa en las horas de formación, especialmente en habilidades blandas, donde quienes tienen mejores recursos reciben un 53% más de horas que sus colegas menos favorecidos. 


Para avanzar en la inclusión de la diversidad socioeconómica, las empresas deben comenzar con una evaluación detallada de su fuerza laboral. Evaluar continuamente el bienestar y los avances del personal permite ajustar las iniciativas de DEI y abordar posibles áreas de mejora en los programas. Aunque muchas empresas ya cuentan con datos sobre género, orientación sexual y etnia, es importante que amplíen su enfoque para incluir la diversidad socioeconómica, asegurando así un entorno laboral verdaderamente inclusivo y equitativo para todos. 


¿Qué pasos está tomando tu empresa para integrar la diversidad socioeconómica en sus estrategias de inclusión? 

 
 
 

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