Es hora de abordar el agotamiento entre las principales líderes femeninas
- Karina Ruilova
- 3 dic 2024
- 2 Min. de lectura
¿Alguna vez te has sentido abrumada por la presión de ser una líder? En un entorno donde las expectativas son altas y el agotamiento es común, es fácil olvidar que detrás de cada puesto de poder hay una persona que enfrenta desafíos. Recientemente, reflexioné sobre este tema después de leer un artículo de Wendy Muirhead, “It's time to address burnout among senior female leaders” en March8. En el artículo, se mencionan las renuncias de figuras destacadas como Jacinda Ardern y Nicola Sturgeon, quienes han compartido abiertamente que el agotamiento fue un factor clave en su decisión. En un mundo donde el bienestar personal suele estar en segundo plano, es fundamental reconocer y aprender de estas experiencias. Aquí comparto mis aprendizajes junto con algunas recomendaciones que considero valiosas:
Las renuncias de Ardern y Sturgeon subrayan que reconocer nuestras limitaciones no es un signo de debilidad, sino un acto de valentía. Como líderes, debemos normalizar las conversaciones sobre el agotamiento y permitirnos ser humanos. Esto puede abrir la puerta a un liderazgo más auténtico, donde el bienestar personal se integre en la cultura organizacional.
El agotamiento no solo afecta a los líderes, sino que puede tener repercusiones en toda la organización. Necesitamos desarrollar un enfoque proactivo en la detección de síntomas de agotamiento, no solo en nuestros equipos, sino también en nosotros mismos. Implementar sistemas de apoyo, como mentorías y espacios seguros para hablar sobre estas experiencias, puede ser clave para prevenir el desgaste.
La investigación revela que las mujeres en posiciones de liderazgo con frecuencia asumen una mayor carga en tareas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), lo que puede contribuir a su agotamiento. Como líderes, debemos cuestionar cómo se distribuyen estas responsabilidades y trabajar para que todos en el equipo participen en el esfuerzo de construir un entorno inclusivo, evitando que recaiga de manera desproporcionada en un solo grupo.
Necesitamos replantear qué significa el éxito en el liderazgo. Más allá de los resultados financieros, debemos valorar la salud mental y el bienestar de nosotros mismos y de nuestro equipo. Establecer objetivos que prioricen el equilibrio entre vida laboral y personal, y que permitan la flexibilidad y el descanso, es esencial para prevenir el agotamiento.
El agotamiento en el liderazgo no tiene que ser un destino inevitable. Si somos empáticos y conscientes de nuestras propias necesidades y las de nuestros equipos, podemos construir organizaciones más resilientes y humanas. ¿Qué pasos estás dispuesto a dar para cuidar de ti mismo y de quienes te rodean en tu organización?
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