Inclusion and Diversity in Latin America
- Karina Ruilova
- 6 ene
- 2 Min. de lectura
Cuando pienso en inclusión y diversidad en el contexto laboral, no puedo evitar reflexionar sobre los grandes desafíos que enfrentamos, pero también sobre el enorme potencial que tenemos para cerrar esas brechas y construir entornos más equitativos, especialmente en América Latina. En el artículo Inclusion and Diversity in Latin America, escrito por Alberto José González Torres, Andrés Valdés, Mónica Pizarro, Ma. Rosario Lombera González, Carlos A. Felce, Tatiana Garcés Carvajal y Leticia Ribeiro C. Figueiredo, se señala que, aunque la inclusión y diversidad han cobrado una relevancia enorme gracias a los movimientos sociales, como #MeToo y "Ni Una Menos", las organizaciones aún siguen dando pasos lentos hacia una verdadera integración de estos valores en sus estructuras.
¿Qué nos falta para lograr una verdadera inclusión en nuestros entornos laborales? ¿Qué podemos hacer para acelerar el cambio en este ámbito? Les comparto algunos aprendizajes clave que obtuve al leer este artículo:
A pesar de las políticas de inclusión, las estructuras de poder siguen siendo predominantemente homogéneas. Muchos líderes continúan perteneciendo a una misma clase, género o raza, lo que crea una barrera invisible para las nuevas perspectivas. Es necesario repensar las políticas, asegurando que la diversidad no solo llegue al nivel operativo, sino también a las altas esferas de la organización. ¿Cómo podemos garantizar que los líderes y las decisiones clave en nuestras empresas reflejen la diversidad que queremos promover?
Las cuotas son puntos de partida, no de llegada, en algunos países de la región, los gobiernos han comenzado a implementar medidas como las cuotas de contratación para grupos subrepresentados. Si bien estas políticas son un paso importante hacia la inclusión, también nos invitan a reflexionar sobre cómo las empresas pueden contribuir de manera proactiva a este cambio. ¿Es suficiente cumplir con las cuotas, o debemos ir más allá, creando una cultura que valore la diversidad en todos los niveles de la organización?
Aunque las leyes y regulaciones han dado avances, el informe resalta que muchas organizaciones latinoamericanas están liderando la implementación de políticas inclusivas. La inclusión no puede ser vista solo como un objetivo alcanzable, sino como un proceso continuo que requiere que cada miembro de la organización sea parte activa de la cultura inclusiva que queremos construir. Es el momento de que nuestras acciones y decisiones reflejen los valores que promovemos y no solo las expectativas externas.
El camino hacia una verdadera inclusión en el ámbito laboral en América Latina está lleno de desafíos, pero también de oportunidades. Las decisiones que tomemos hoy en día definirán el entorno que dejaremos a las futuras generaciones de trabajadores. Los invito a cuestionar sus estructuras, sus procesos y sus prejuicios. La inclusión no es un destino, es un viaje que todos debemos recorrer juntos. ¿Qué acciones concretas vamos a tomar para garantizar que nuestras organizaciones sean verdaderamente inclusivas? La respuesta comienza hoy.
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