Las 4 libertades que debemos implementar en nuestros lugares de trabajo

A lo largo de estos años, hemos observado cómo muchas empresas están implementando cambios estructurales, estrategias DEI y programas de desarrollo para sus colaboradores. Sin embargo, aún persisten lugares en el mundo donde las condiciones laborales son opresivas y hay escasez de recursos y oportunidades, así como una falta de seguridad. 

Estos desafíos reflejan las dificultades que enfrentan muchas personas en el entorno laboral y la falta de libertades que existen en el trabajo, tal como se aborda en el artículo "¿Where Does DEI Go from Here?" de Harvard Business Review , escrito por Laura Morgan Roberts. En el mismo nos señalan que, estas libertades no se distribuyen equitativamente, siendo los grupos mayoritarios y de alto estatus quienes más fácilmente acceden a ellas, mientras que, para aquellos en situaciones marginadas, como mujeres, personas LGBTIQ+ o personas con discapacidades, alcanzarlas es una lucha diaria. En este contexto, les comparto los aprendizajes que me llevo de este artículo: 

• La libertad de ser: Todos prosperamos cuando podemos ser auténticos en el trabajo. Sin embargo, algunos grupos enfrentan barreras para expresarse libremente. Por ejemplo, las mujeres embarazadas a menudo ocultan su embarazo para evitar estigmas. La falta de autenticidad puede tener efectos negativos en la salud mental y el rendimiento laboral. 
  

• La libertad de convertirse: Es importante que los colaboradores tengan oportunidades para crecer y mejorar. Aun así, las personas marginadas reciben con frecuencia una retroalimentación menos útil que los grupos dominantes. Por ejemplo, las mujeres pueden recibir comentarios más vagos o basados en estereotipos, lo que limita sus oportunidades de avance. 
  

• La libertad de desvanecerse: En una cultura donde se valora el rendimiento constante y la perfección, los colaboradores necesitan momentos para desconectar y tomar un respiro. Para las personas que pertenecen a grupos marginados, la diversidad puede generar una mayor visibilidad, lo que significa que son más observadas y juzgadas con mayor severidad, especialmente cuando cometen errores. Promover la diversidad, equidad e inclusión (DEI) y la flexibilidad en el lugar de trabajo puede contrarrestar estos efectos negativos. 
  

• La libertad de fracasar: Aceptar el fracaso como parte del proceso de aprendizaje es fundamental. Cuando los colaboradores tienen la seguridad de que pueden recuperarse de los fracasos, están más dispuestas a asumir riesgos. Sin embargo, pocas organizaciones ofrecen segundas oportunidades para abordar la desigualdad sistémica y brindar a todos una igualdad de oportunidades laborales. 

Cuando las empresas se esfuerzan por garantizar las cuatro libertades en el lugar de trabajo, están generando beneficios tanto para el colaborador como para la organización en su conjunto. Pero también, al reflexionar sobre la falta de acceso equitativo a estas libertades, también nos invita a reconocer que aún queda trabajo por hacer y áreas que pueden mejorarse. 

¿Qué acciones específicas crees que podrían implementar las empresas para promover y garantizar las cuatro libertades en el lugar de trabajo? 

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