Horario de verano para los colaboradores
- Karina Ruilova
- 18 sept 2024
- 2 Min. de lectura
Durante mi tiempo en Madrid, algo que me llamó la atención fue la conversación constante sobre el horario de verano. En esta época, España puede llegar a temperaturas sofocantes, alcanzando los 40 grados en pleno día. Para enfrentar este calor extremo, es común que las empresas adopten la jornada intensiva durante el verano, liberando a los colaboradores antes de lo habitual para que puedan evitar las horas más calurosas. Además, con los niños de vacaciones, muchas familias aprovechan para planificar viajes o actividades, lo que hace que este horario sea aún más conveniente.
Generalmente, la jornada intensiva se aplica desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, aunque cada empresa tiene sus propias reglas. En el artículo de Nationwide “Horario de verano para los empleados,” se nos invita a reflexionar sobre los aspectos clave a considerar si queremos implementar este tipo de horario en nuestras empresas. Les comparto algunas de estas reflexiones:
Aunque el horario de verano no es común en Ecuador, ofrecer flexibilidad laboral puede mejorar el bienestar y la productividad. En lugar de seguir una jornada laboral tradicional, las empresas podrían permitir horarios flexibles, como entrar más temprano y salir antes, o ajustar la jornada para evitar las horas pico.
Incluso sin un horario de verano, es importante crear políticas que aseguren que todos los colaboradores tengan acceso a los mismos beneficios. Por ejemplo, si algunos colaboradores tienen flexibilidad para salir temprano o trabajar desde casa, formalizar estas prácticas puede ayudar a reducir el resentimiento y mejorar la confianza en el equipo.
Experimentar con opciones de flexibilidad durante un período limitado puede ayudar a evaluar su impacto en la productividad y el bienestar. Por ejemplo, jornadas más cortas en festividades o períodos de baja demanda pueden ser beneficiosas y adaptarse a la realidad local.
En Ecuador, donde las temperaturas no son tan extremas como en otros lugares, las empresas podrían considerar otras razones para modificar los horarios. Por ejemplo, durante las vacaciones escolares, cuando muchos colaboradores necesitan ajustar sus rutinas para cuidar de sus hijos o planificar actividades familiares, ofrecer una jornada más corta o flexible podría ayudar al personal a manejar mejor sus responsabilidades personales y laborales sin perder productividad.
La flexibilidad laboral no solo puede mejorar la calidad de vida de los colaboradores, sino también optimizar la productividad de la empresa. Aunque el horario de verano no es una práctica común en Ecuador, considerar formas de flexibilizar los horarios puede ser una excelente manera de adaptarse a las necesidades de tu equipo.
¿En tu empresa ya se aplican horarios flexibles? ¿Cómo lo hacen y qué impacto ha tenido? Reflexionemos sobre cómo estas prácticas podrían contribuir a un entorno laboral más equilibrado y eficiente.
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