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Generación Z: transformando el entorno empresarial

  • Foto del escritor: Karina Ruilova
    Karina Ruilova
  • 30 jul
  • 2 Min. de lectura

¿Te has preguntado por qué, aunque tu empresa ofrezca buenos salarios y beneficios, cada vez es más difícil retener a los jóvenes talentos? No es un problema exclusivo de una industria o región, sino un desafío global que muchos líderes enfrentan hoy.


Recientemente leí un artículo de IDE Business School Alumni, “Cómo la Generación Z y los Millennials están impulsando la evolución empresarial acelerada”, que explica muy bien por qué estos profesionales, con expectativas muy distintas a las generaciones anteriores, buscan mucho más que un buen sueldo. Quieren sentido de propósito, flexibilidad y espacios donde puedan crecer y ser escuchados. Si tu organización no ofrece eso, tarde o temprano, esos talentos buscarán algo mejor. Comparto algunas reflexiones clave que me dejó esta lectura:


  • La Generación Z y los Millennials llegan con una energía que desafía las reglas tradicionales. No basta con ofrecer un salario competitivo: necesitan trabajar en un lugar donde el propósito se sienta, no solo se diga. ¿Cómo lograrlo? No es solo cuestión de comunicarlo en presentaciones o revistas. Implica revisar a fondo las acciones cotidianas de tu empresa, los incentivos, las decisiones de negocio y hasta las conversaciones informales. ¿Tus colaboradores saben para qué hacen lo que hacen? ¿Ven ese propósito en las decisiones que toma la organización?

  • Evalúa qué estás haciendo hoy para conectar tu visión con el día a día de tus equipos. Y muy importante: considera quiénes son tus colaboradores, qué les importa, cómo se comunican y qué tipo de impacto valoran. No hay una sola fórmula. Lo que inspira en una empresa, puede pasar desapercibido en otra. Personaliza y hazlo real.

  • Las nuevas generaciones son resilientes, sí, pero no son inmunes. Por eso, la flexibilidad y el bienestar deben dejar de ser “beneficios” para convertirse en parte estructural de tu cultura organizacional. Pregúntate: ¿mis colaboradores pueden decir con confianza cómo se sienten? ¿Tienen espacios reales para descansar, reajustar, poner límites? ¿Hay claridad en las prioridades o cambiamos cada semana? El bienestar no es solo teletrabajo o viernes corto. Es liderazgo claro, cultura sana y decisiones coherentes.

  • Es fácil pedirles a las nuevas generaciones que sean independientes, proactivas y responsables. Pero antes de eso, necesitan entender el sentido de lo que hacen. ¿Qué impacto tiene su trabajo? ¿Cómo se conecta con algo más grande que su rol? Los líderes tenemos una tarea clave: no solo delegar tareas, sino acompañar los procesos. Si tus colaboradores más jóvenes no saben si lo están haciendo bien, si no entienden para qué sirve lo que hacen o si sienten que solo son un número, tarde o temprano se irán… o se apagarán. Una buena mentoría no es sobrecargar, es conectar. Ayudarles a leer el contexto, entender el “por qué” de las decisiones, reconocer sus avances y aprender de sus errores sin miedo.


Apostar por este cambio no es solo una cuestión de adaptación, sino una oportunidad para construir organizaciones más humanas, innovadoras y sostenibles. 


¿Qué pasos puedes dar hoy para que tu empresa no solo atraiga, sino que también retenga y potencie a estos talentos que marcarán el futuro?


 
 
 

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