¿Tu empresa enfrenta resistencia al DEI? Así puedes entenderla mejor
- Karina Ruilova

- 18 ago
- 2 Min. de lectura
Hace poco leí un artículo de Harvard Business Review titulado “To Overcome Resistance to DEI, Understand What’s Driving It”. Me dejó pensando. En Ecuador y en muchos países de la región, hablar de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en las empresas aún es un proceso en construcción, y lo cierto es que no siempre nos detenemos a entender por qué hay resistencia dentro de nuestras propias organizaciones. Este artículo no ofrece una fórmula mágica, pero sí una mirada muy útil, en lugar de ver la resistencia como un problema, podríamos verla como una señal de algo más profundo que necesita ser atendido. Les comparto mis aprendizajes:
No toda resistencia es mala, muchas veces es miedo. El artículo muestra que la resistencia suele venir de una percepción de amenaza: al estatus, al mérito o incluso a la imagen moral. Y tiene sentido. ¿Quién no se pone a la defensiva cuando siente que sus logros o principios están siendo cuestionados?
Las iniciativas de DEI no pueden ser impuestas sin contexto. A veces empujamos capacitaciones o políticas sin abrir espacios para conversar sobre lo que realmente inquieta a los equipos. Y eso puede generar más distancia. ¿Estamos escuchando antes de implementar?
Hablar de inclusión no es solo incluir “a los otros”, también es incluir a quienes sienten que están siendo desplazados. Me pareció clave una estrategia mencionada en el artículo: replantear la DEI como una oportunidad para que todos —incluidos los grupos mayoritarios— se reconecten con sus valores. Eso puede abrir muchas puertas.
A veces creemos que como no hay conflictos evidentes en la organización todo está bien. Pero quizá solo estamos evitando hablar del tema. Entender por qué ciertas personas se sienten incómodas con estos procesos podría ser el primer paso para avanzar con más madurez.
Este artículo me recordó que los cambios culturales organizacionales requieren sensibilidad, paciencia y mucha escucha. La resistencia no siempre es oposición; muchas veces es una invitación a hacer las cosas mejor.
¿En tu organización, cómo han respondido las personas a las iniciativas de diversidad e inclusión? ¿Crees que estamos listos para conversar sin prejuicios sobre lo que nos incomoda?








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